viernes, 4 de enero de 2008

H A L L A Z G O S




EN UN DIARIO:
Arqueología: han encontrado unos restos un animal prehistórico más cercano al cocodrilo que del dinosaurio. Por lo que sea, un bicho que caminaba sobre dos patas y no tenía dientes, no sé por qué, está más cerca del cocodrilo. Me recuerda a la clasificación de animales de Borges que cita Foucault en el prefacio de Las palabras y las cosas “a) pertenecientes al Emperador, [...] m) que acaban de romper un jarrón, n) que de lejos parecen moscas”). Por supuesto que me estoy riendo de mi propia ignorancia en la materia.. Lo que sí me llama la atención es que los fósiles de este cocodrilo, acaso con plumas, no fueron encontrados sobre el terreno, realizando excavaciones. El hallazgo se realizó en el subsuelo de un museo: a fuerza de guardar cosas por toneladas, los museos son de por sí fosas en las que, al cabo de los años, se puede practicar la arqueología. Sólo que no hace falta viajar, vestirse de explorador: se toma un ascensor al tercer subsuelo y el investigador de turno se pone a remover la mierda a ver qué aparece.

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ZAPPING:
Científicos alemanes creen haber descubierto que Shakespeare murió de un tumor en un ojo. Pues qué bien.
Esta noticia atravesaba la parte inferior de la pantalla del televisor.
Son científicos de otra época, qué duda cabe: de cuando los científicos sabían quién es Shakespeare.
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ZAPPING:
Provincia de Misiones: unos colonos que esperaban una subvención incendiaron la municipalidad porque el intendente y sus amigos se quedaron con toda la plata; al día siguiente, además, aparecieron fotos de orgías del grupito de amigos del intendente. La cosa es que la orgía no se la montaron como todo el mundo en alguna casa, en un hotel, sino en la mismísima oficina del intendente. Eso sólo puede pasar en una provincia, en un país, donde quien tiene el poder tiene todo el poder, y se pasan a la gente por el forro de los cojones. Literalmente, además. Y con el dinero del pueblo.
Estados Unidos: mensajes de Bush acerca de la absoluta intolerancia que van a tener con Irán respecto a su programa nuclear. Dan por hecho que se trata de un programa armamentístico, lo de siempre. Vergonzosa aparición de un portavoz defendiendo lo indefendible de una forma, además, no ya demagógica, sino dirigida a analfabetos. Eso sólo puede pasar en un país, donde quien tiene el poder tiene todo el poder, y se pasan al mundo entero por el forro de los cojones.

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POR LA CALLE:
Avenida Cabildo, en el colectivo. Asomado a la ventanilla, leo un cartel que reza:

Tratamiento Integral de la Persona.

No era un centro cultural, no era una universidad, no era un consultorio psicológico, ni siquiera era una secta -al menos no del tipo que veníamos conociendo-. Era, simplemente, un salón de belleza. La persona, en su integridad, reducida a un cutis sin puntos negros y unas uñas con manicura francesa.
Y luego nos extraña, si es que todavía nos extraña, que las cadenas de televisión se disputen por por gente como Susana Giménez.
O que las niñas prefieran morirse antes de seguir soportando su humillante existencia con 2,5 kilos de más.
O que Tinelli sea uno de los empresarios más exitosos de los medios de comunicación.
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ZAPPING:
C5N, en titular enorme se puede leer, y en mayúsculas, bien grande, que los jubilados quedarán excentos del impuesto por ABL. Ojalá ésta fuera la única ocasión en que se encuentra una falta de ortografía: no hay subtítulo de película ni noticiero que no cometa algún atentado contra la ortografía o la gramática.
¿Se puede creer en las noticias dadas por alguien que ni siquiera sabe escribir?
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gusta la viveza de este ejercicio misceláneo: una forma ágil de observar alrededor y anotar rápido, detalles aparentemente dispersos que ya se ensamblarán al ahondar un poco en ellos, al esgrafiarlos y aproximarlos entre sí en una malla de relaciones; empezando de cualquier parte, sabiendo que se llegará a alguna, y descubriendo, como el niño que juega seriamente, cuál será el dibujo del recorrido, qué figura aparecerá esta vez. El modo es anotar, lo nimio y volátil, y también, de vez en cuando, lo importante, acaso para descubrir que está hueco, no como esas chispas fugaces que ante nuestros ojos, a través del cristal del café o a través del cristal del colectivo, nos cosquillean, nos guiñan su mensaje cifrado.